El Diario Oficial de Galicia (DOG) ha publicado este lunes la orden por la que se declara de forma definitiva Espazo Privado de Interese Natural (EPIN) a los Lagos de Lousada, una área natural con una extensión de más de 40 hectáreas y situada en la localidad lucense de Xermade.

De esta manera, dichos lagos se convierten en el segundo EPIN declarado por la Xunta de Galicia, después de que en el año 2011 el espacio conocido como Sobreiras do Faro, en el ayuntamiento pontevedrés de Oia, recibiese también este mismo grado de protección.

«Los espacios privados de interés natural son una figura prevista en la Lei de Conservación da Natureza y pensada para áreas de titularidad privada en las que existen formaciones naturales, especies o hábitats de flora y fauna silvestres con valores que interesa proteger», ha explicado la Xunta en un comunicado.

Asimismo, su declaración le da también preferencia a sus propietarios a la hora de acceder y obtener ayudas públicas destinadas a la preservación y gestión de esta zona. MEDIDAS

Con la declaración definitiva como EPIN de los Lagos de Lousada, el DOG también ha publicado este lunes el decreto por el que se aprueba su correspondiente Plan de Conservación, con una vigencia inicial de cinco años.

«Dentro de esta plan figuran una serie de medidas orientadas a garantizar la protección de las especies y hábitats presentes en el espacio natural mediante una serie de directrices de gestión adecuadas, armonizando este objetivo con el ejercicio de los derechos privados, el disfrute y las visitas a la zona, así como el estudio y la contemplación de sus valores y el aprovechamiento ordenado de sus producciones y demás actividades que se ejecuten dentro del mismo», ha destacado el Ejecutivo autonómico.

Entre las principales acciones previstas con este fin, el Gobierno gallego ha subrayado la eliminación de especies exóticas invasoras, con la realización de tratamientos silvícolas en toda la superficie del EPIN para retirar paulatinamente el Eucalyptus nitens, así como la prevención del riesgo de incendios, con la ejecución durante los tres primeros años de franjas de control de la biomasa «que eviten la propagación de fuegos».